sábado, 6 de abril de 2013

La Sociedad del Miedo

Miedo: Enc. [1] Sentimiento desagradable provocado por la percepción de un peligro, real o supuesto, presente, futuro o incluso pasado. [2] Emoción primaria que se deriva de la aversión natural al riesgo o la amenaza.

El imaginario colombiano ha patrocinado, quizá por siglos, una teoría apócrifa que sentencia al nacido en estas tierras de cantantes de pop olvidadizos a vivir en la "sociedad del aguante", argumento que casi siempre se soporta en esos datos efímeros y con ánimo dilatorio, como que Colombia es el país más feliz del mundo o que nuestro himno nacional, tan maltratado por estos días, es el segundo "más lindo de todos" a pesar de la "situación difícil" en la que permanentemente vivimos. Esta infortunada circunstancia se ha perpetuado en esta sociedad como una manera de aislar el dolor que produce la impotencia y, de alguna manera, como medio de disfrazar una ignorancia latente en un abrumador porcentaje de la población.

16 de marzo de 1781: Manuela Beltrán rompe un edicto en el que se informaba de nuevas contribuciones a la corona española. A ella se le unió un grupo ya casi olvidado, pues esto ya no se enseña en los colegios y escuelas, que se autodenominó "Los Comuneros". Este grupo estaba formado por campesinos, indígenas y mestizos en general. Como resultado de esta pequeña insurrección se firmaron unas capitulaciones a través de las cuales se les daba a los americanos más privilegios. Lo malo y desgraciadamente recurrente desde aquellos días, es que el gobernante de turno (Virrey Manuel Antonio Flórez) desconoció dicho acuerdo. Como un reflejo que parece obvio ante semejante burla, Los Comuneros bajo el mando de José Antonio Galán se levantaron una vez más. El resultado: Galán y muchos comuneros apresados, ahorcados y desmembrados, pues la corona pensó que al enviar partes de sus cuerpos a diferentes ciudades del país, ya no habría lugar a más sublevaciones. No puedo resistir la tentación de usar uno de esos titulitos que salen antes de las narco-vallenato-prostituti-novelas: "cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia". La diferencia es que estos hechos fueron reales y, para nuestro muy malo porvenir, se siguen repitiendo constantemente.

Esta, nuestra sociedad colombiana, está construida sobre las bases del miedo. Por esta razón durante años, ¡siglos!, aquellos quienes han ejercido algún poder en esta nación, ya sea desde los poderes gubernamentales; otros desde sus pomposos apellidos puestos en empresas, bancos y política; otros desde agrupaciones armadas legales e ilegales; otros desde su condición de minoría, han abusado de su poder impunemente poniendo a un pueblo hambriento y falto de educación como estrado de sus pies manchados de sangre. Pero entonces, ¿por qué tan gran apatía ante este panorama oscuro?.

18 de agosto de 1989: El candidato presidencial Luis Carlos Galán Sarmiento fue asesinado. Su propuesta política incorruptible ante el avance de las mafias fue la principal causa para que éstas llevaran a cabo el magnicidio.

El cometido de personajes como el Virrey Flórez, "Tirofijo", Pablo Escobar, los Castaños, Mancusos y demás, algunos hoy señalados como héroes y magnificados por la televisión basura, se ha cumplido. La cultura "traqueta" se estableció en un país huérfano de liderazgos positivos y sigue tan vigente como hace 20 años manteniéndonos aún presos del miedo. ¡Por eso "aguantamos" tanto! 
Porque si un profesional en el manejo de taxi, osea un majadero taxista cobra $10.000 por una carrera que normalmente cuesta $8.000, nuestra mente proyecta un filminuto en donde nos vemos a nosotros mismos reclamándole por el elevado precio del servicio, seguido de un llamado codificado por medio del radio, seguido de la llegada de 20 majayucas (como diría mi suegro) con crucetas en las manos, no sin antes recitarnos lo que sería el parlamento de una película colombiana: "usté lo que es es una enfermedad venerea, hijo de madre no muy reputada (o muy...), nacido de mala manera" y demás. El final de la visión nos encuentra en el hospital contándole al periodista de un noticiero lo que pasó y dando la descripción del señor. Y para completar el sueño, vemos también la protesta del sindicato de taxistas porque los tratan de delincuentes y bárbaros por defenderse del pasajero que no quiso pagar lo justo. Después de semejante alucinación preferimos "evitarnos la fatiga" y pagamos los $10.000 diciendo: "gracias señor".

Por eso nos aguantamos que el conductor de una buseta se quede con los $50 que debería devolvernos; por eso soportamos que una "manada" de jóvenes sin oficio se tome un bus de transmilenio con su horripilante música y sus vejámenes sin enunciar una sílaba; por eso no le decimos a alguien que no bote basura en la calle, que no orine en el andén; por eso no exigimos que nos atiendan de una manera digna en las EPS; por eso no nos quejamos cuando las empresas que prestan servicios hacen lo que se les da la gana y nos cobran sin mediar palabra; por eso toleramos que un charlatán, pésimo emulador del difunto pajarito venezolano, gobierne una ciudad como Bogotá de la manera que lo hace; por eso, como ovejitas, hacemos cola para pagar un impuesto injusto y mal calculado; por eso no decimos nada cuando el distrito se inventa impuestos estúpidos tratando de recuperar el dinero que ha gastado financiando sus medidas populistas; por eso dormimos tranquilos cuando cada día los medios hacen lo imposible para mostrar al gobierno como la víctima de aquellos que no estamos de acuerdo con sus procesos de "impuni-paz", tildándonos de sus enemigos; por eso a nadie le importa que un aprendiz de alcalde cubra todas sus barbaridades acusando a sus opositores de burgueses, mafiosos y amigos de los carteles de la contratación; por eso aún pagamos la gasolina más cara en América; por eso no emitimos sonido alguno cuando anuncian una reforma a la salud en donde el gobierno pagará las deudas de las EPS ¡con nuestro dinero! para empezar de cero, pero con los mismos directivos, aún estando acusados por corruptos; por eso nadie dice nada de las pensiones millonarias que los prepotentes y altivos magistrados de las altas cortes ¡se aprobaron a sí mismos!; por eso todos callamos cuando los descarados negociadores de la guerrilla se burlan de los periodistas, los vetan y proclaman por cielo y tierra que ellos NO secuestran, NO son narcotraficantes y NO reclutan niños; ¡POR ESO! nos siguen metiendo realities, novelas y shows de baja ralea, para olvidar todo lo anterior... 

Y todo porque tenemos MIEDO. Miedo de un peligro futuro, real o supuesto; aversión al riesgo y a la amenaza. Pensamos que si reclamamos nuestros derechos, si protestamos por algo que no nos parece está bien hecho, entonces vendrán terribles consecuencias. Tiene sentido por la clase de sociedad en la que vivimos, llena de venganzas y crímenes, pero no es un argumento sólido para simplemente conformarnos. Si ese famoso dicho: "el pueblo unido, jamás será vencido" se hiciera realidad en este país, cuán diferente sería todo. Si nos uniéramos en una sola voz para hacerle saber a quien sea que no estamos de acuerdo, o probablemente que Si lo estamos, esta "sociedad civil" sería un gigante imposible de detener.

Coraje: Enc. [1] Virtud humana que se define como la fuerza de voluntad que puede poseer una persona para llevar adelante una acción a pesar de los impedimentos. [2] Actuación correcta a pesar de recibir por ello descrédito, vergüenza, deshonor o represiones sociales.

A mi mente viene Egipto. El pueblo se cansó del régimen. Protestó, fue reprimido, muchos fueron asesinados, pero al final vencieron. En Estados Unidos decenas de miles protestaron en contra de la guerra de Vietnam. El gobierno más poderoso del mundo no pudo con la presión impuesta por sus propios ciudadanos y se vio obligado a reducir su intervención hasta retirarse definitivamente. Más recientemente podemos (y como no) recordar a las damas pertenecientes a FEMEN, luchando por los derechos de las mujeres alrededor del mundo. Se les puede ver desnudas, blandiendo sólo un par de... carteles, paradas en frente de tanques de guerra, policías, soldados y el que sea, sin miedo. Y así podría seguir listando las innumerables muestras de CORAJE que han llevado a cambiar el mundo.

Cuán diferente sería todo si en Colombia se levantaran más movimientos comuneros... Se necesita coraje para levantarse del conformismo y la mediocridad, para rebelarse en contra de los yugos modernos, pero sobre todo para quitarse de encima el lastre del miedo que nos invade y entender que hay mucho más detrás de lo que se nos dice. Necesitamos despertar del letargo al que nos han inducido a través de la publicidad, la política, la religión y los medios para así ver la verdad, porque parafraseando las palabras bíblicas: "conocereís la verdad, y la verdad os hará libres".


Felipe La Serna.

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